Creo que ya compartí este trabajo que presenté en el Seminario 2010 de FLADEM llevado a cabo en Loja, pero si lo hice, fue a través de un link, difícil de abrir, como se vienen otras publicaciones que tienen relación con esta búsqueda, aquí va de nuevo, siempre con la intención de generar intercambio con los colegas o personas interesadas,
Un mundo fragmentado
Buscando
formas de componer una matriz desintegrada
Resumen: enmarcada
en el tema “Utopías y acciones a 200 años de la “emancipación” política de
nuestro continente”, me propongo plantear una problemática que considero
central si de revisión de políticas educativas se trata, y es lo relativo a la
“fragmentación ideológica” que observo en los distintos institutos de formación
docente donde me desempeño, entendiendo que, esta desintegración atraviesa a
cada una de las disciplinas dictadas en dichas instituciones. Finalizando
compartiré algunas experiencias
de cátedra realizadas con el objetivo de revertir este cuadro de situación.
Fundamentación:
Voy a
comenzar aclarando un término que puede resultar confuso: “Fragmentación
ideológica”. Entiendo ideología como
una multiplicidad de pensamientos integrados en función de un proyecto
determinado, en tal sentido, cuando hablo de
la “fragmentación ideológica
institucional” me refiero a una sumatoria de ideas y acciones individuales y desintegradas que evidencian la inexistencia de acuerdos básicos sobre el
perfil de egresado de cada institución.
¿Por qué creo que ésto es tan determinante? Porque este estado de situación,
funciona como matriz dentro de la cual nuestros alumnos se están formando, y
esta desintegración se reproduce, no solamente en la “macro estructura
institucional” (a través de la falta de
coordinación entre cátedras) sino
también, en los modos de abordaje de cada materia.
En
rigor de verdad, creo que en muchos casos esa fragmentación ideológica se
observa desde la redacción de los planes de estudio enviados por la
superioridad. Quiero
aclarar que en la Provincia
de Buenos Aires, hacia finales del año 2009, se presentó un Anteproyecto para la Formación del Docente de
Música, que distaba mucho de los antiguos modelos neoliberales. Lamentablemente
en la mayoría de los conservatorios esa propuesta fue duramente combatida por
su perspectiva latinoamericanista y por considerarse “demasiado ideológica”.
Causas de
el actual estado de las cosas: creo que hemos
llegado a estos desencuentros institucionales, porque hace demasiado tiempo que
lo conservatorios no hacen otra cosa que mirar hacia su interior…y
con toda tristeza, debo decir….sin verse
en realidad.
Por honestidad intelectual, quiero aclarar que me
refiero a las instituciones donde yo me desempeño como docente…
En las
instituciones seguimos pensando en los hermosos y gloriosos tiempos
pasados olvidándonos que hay una realidad extra institucional de la que
todos formamos parte que cambió y consecuentemente cambiaron los sujetos que se
forman en las mismas…..
Median entre “los mejores tiempos” y el hoy una dictadura, la peor, la más feroz
que nunca conocimos en nuestro país ,con consecuencias nefastas también el
ámbito educativo cultural y social (con una marcada desintegración de la Identidades Colectivas ,
y esto es determinante a la hora de pensar un Proyecto Común de formación
artístico-docente), luego un primer ensayo de nuevos aires renovadores, que
lamentablemente no prosperó (allá por 1986 se realizó un Congreso Pedagógico,
que lamentablemente fue acaparado por
los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad ante la inacción
gubernamental)luego diez años de neoliberalismo con sus reformas educativas
(impuestas por el banco mundial)
caracterizadas por un lenguaje mucho más mercantilista que pedagógico
por una parte y con diseños curriculares que favorecían el desarrollo de este
pensamiento fragmentado (que se evidenció también en un desarrollo exponencial
de un modelo de investigación cuantitativo y atomizado)
Por eso estoy
convencida que urge, que nos encontremos institucionalmente a reflexionar,
sobre el hoy, sobre nuestra realidad y sobre qué maestros queremos formar,
porque si queremos realizar por una vez una reforma educativa profunda, tenemos
que partir de la convicción que no es
posible separar la formación técnica de la comprensión crítica del mundo.
De afuera hacia adentro:
Luego de esta brevísima descripción de este
estado de las cosas, a nivel estructural, me gustaría presentar algunos
ejemplos sobre cómo la fragmentación se instaló en las distintas instancias
educativas.
●
Fragmentación en
los diseños curriculares enviados por la superioridad:
Durante la década
del ’90 y los primeros años de esta década
las instituciones educativas en sus distintos niveles (inicial,
primario, secundario y terciario) han recibido propuestas de diseños
curriculares, en las cuales se hace evidente el abordaje fragmentado del objeto
de conocimiento. Poniéndose el énfasis en los contenidos de estudio, sin
mediar una reflexión profunda sobre la finalidad de la materia, presentando los
contenidos de manera descontextualizada, consecuentemente cuando el maestro
novato pretende planificar tomando como punto de partida el diseño curricular termina naufragando en un mar de: “contenidos
procedimentales, conceptuales, actitudinales, ejes tecnológicos, del lenguaje,
de la producción”, etc.
En el caso del
nivel terciario, en los proyectos aún vigentes,
también se observa esa indefinición ideológica (¿será tal?) y ese énfasis en el contenido, como así
también la repetición de contenidos en muchas materias.
El punto descripto precedentemente se refiere
a los diseños curriculares propuestos por estamentos superiores que están fuera
de la institución, pero, entrando en el conservatorio: ¿con qué nos
encontramos?
●
Falta de diálogo entre cátedras
paralelas:
Por
ejemplo,(centrándonos en el nivel llamado Formación Básica): hay materias troncales como son Instrumento y Lenguaje Musical ,
que adolecen de una importante desarticulación,
en esta última se imparten contenidos
que, en muchos casos no tienen relación con la práctica que los alumnos
vienen realizando contemporáneamente con sus instrumentos. Más adelante me
centraré en este tema.
Ahora entremos al
aula…….qué vemos?
●
Fragmentación en el modo de
abordaje de las materias:
Frecuentemente
observamos que se imparten contenidos descontextualizados, pareciera que a la
hora de diseñar los proyectos de cátedra se define el qué enseñar.. pero se descuida la reflexión sobre el ¿”a
quien le voy a enseñar” , “para qué ”y
“como”. En tal
sentido, cabe reflexionar si no habría que correr la primacía del “contenido, y
pensar más en el Cómo? y comenzar a trabajar sobre el desarrollo de estrategias
que favorezcan la integración de aprendizajes y el autoaprendizaje.
●
Abandono del Libro como objeto
de estudio:
en todos los
niveles de la formación docente, el uso de la fotocopia ha relegado al libro a
un lugar de olvido. Si bien, en algunas oportunidades hay una razón económica
condicionante, observamos que el
abordaje de determinados temas a través de fotocopias aisladas, se realiza con
superficialidad, sin contextualizar el texto que se está analizando.
Vemos entonces, cómo el pensamiento
focalizado, no integrador, está presente en instancias superiores (los diseños
curriculares) intermedias (la no coordinación entre las materias) y básicas (lo que pasa en cada clase). Llego,
entonces al punto central:¿ cómo incide toda esta macroestructura en la forma de
pensamiento y de abordaje: de la
enseñanza por parte del docente y
de estudio por parte del alumnado. Para
desarrollar este punto me centraré en la materia Lenguaje Musical.
¿Acumulación de Contenidos o Desarrollo de
estrategias para el Autoaprendizaje?
La materia Lenguaje Musical se imparte durante
los años de la formación básica de los conservatorios, acompañando los primeros
años de formación instrumental En primer lugar, me parece importante una
brevísima reflexión. Según las distintas jurisdicciones o los cambios de
época, los nombres de esta asignatura, han cambiado pasando por
Teoría y Solfeo, Audioperceptiva o Lenguaje Musical, pero si comparamos los
diseños programáticos, observamos que tanto los criterios de abordaje como los
de evaluación casi no han sufrido modificaciones.
Creo que es hora de adentrarnos en la
problemática de esta materia: ¿Qué se está enseñando? ¿A quién? ¿Para qué?
¿Cómo?
Históricamente, en los conservatorios donde me
desempeño, se ha tomado a esta disciplina como un complemento de la cursada de
instrumento, consecuentemente, se espera
que en Lenguaje Musical se aborde básicamente todo lo relativo a la lectura,
necesario para poder desenvolverse correctamente con el instrumento. Acá ya nos
encontramos con un problema, no todos los instrumentistas requieren de las
mismas necesidades en el comienzo de sus
estudios: así por ejemplo, los pianistas deben poder leer a dos claves casi
desde sus inicios, muchos
instrumentistas de viento, necesitan trabajar el transporte mental, los
violistas la lectura en clave de do…..y los percusionistas, a veces van atrás
de todos porque se encuentran frente a una exigencia melódica tremenda,
teniendo en cuenta que durante los primeros años no tocan instrumentos
melódicos!!.
Entonces ¿Qué se hace desde la clase de
Lenguaje Musical?, se opta por dejar conformes a todos los profesores de instrumento e impartir Contenidos, Muchos
Contenidos… todos absolutamente desintegrados.
Por otra parte, se supone que en la materia se
deben desarrollar los rudimentos de los elementos constitutivos del lenguaje
desde la audición, para esto se desarrollan los “dictados melódicos y rítmicos”, palabras absolutamente temidas por
gran parte de los alumnos ¿no es una paradoja que los alumnos de música vean al
“ogro” cada vez que llega el turno de la actividad auditiva?
Para terminar, están los “temas” que hacen a la teoría musical, como: distintos tipos de
escalas, funciones armónicas, transporte, etc. (Me adelanto en decir, que
realmente es un contrasentido pensar en temas de la “teoría musical” cuando
estamos hablando de asuntos absolutamente prácticos).
Resulta entonces que en una clase de Lenguaje
Musical se trabajan: Dictados rítmicos y melódicos, análisis de intervalos y
escalas, análisis de funciones armónicas, lectura en varias claves, lectura a
primera vista y temas teóricos.
Se supone, entonces que un alumno que cursa,
dos veces por semana, durante tres años, (que es lo que dura la Formación
Básica), debería llegar con un corpus de aprendizajes nada desdeñable al
próximo ciclo. Pero ¿qué sucede en realidad?
Sucede, que los alumnos terminan su ciclo de
Formación Básica y muchas veces no saben encarar el análisis de una obra, (ni
en la modalidad de audición, ni en la de análisis de una partitura), pareciera
que no saben por donde empezar y se observa muchas veces que se focaliza su
atención en detalles que a veces los distrae de encontrar de encontrar la idea
rectora de la obra.
Muchas veces, los alumnos se preguntan ¿qué estuve haciendo durante
todos estos años que no puedo desentrañar
una obra musical simple? Por otra parte, en ocasiones, tampoco tienen un
nivel de lectura acorde al supuesto nivel de entrenamiento adquirido, aquí
también se observa que adolecen de un criterio de abordaje de una obra,
focalizando su atención en cada nota sin
tener una idea previa de las características formales y tonales de la misma.
Y lamentablemente aquí surge nuevamente el
sentimiento de frustración, y el planteo “yo no tengo talento”… Peor…..otras
veces….entienden que “Lenguaje musical” es una trámite que deben
cumplir,,,,,para poder después “hacer música”…..trámite de tres años en el
mejor de los casos.
¿Porqué llegamos a este estado de cosas?
Quiero ser justa con mis compañeros de
trabajo, por eso creo necesario comentar
que cuando realizamos reuniones de
departamento encontramos un
relativo acuerdo sobre el diagnóstico
arriba enunciado pero creo que en lo que seguimos errando es en lo relativo a
las soluciones, porque una y otra vez, seguimos revisando solamente los
contenidos; intuyo que acá radica la razón por la que estas falencias se sigan
perpetuando a lo largo de los años. Se revisan contenidos, pero no los Modos de abordaje, ni Perfiles de egresado.
Modos de abordaje: ese es el punto que requiere una urgente revisión: ¿Por qué no abordar cada clase de lenguaje Musical como una instancia de composición grupal, o de armado de una obra de conjunto instrumental?
Modos de abordaje: ese es el punto que requiere una urgente revisión: ¿Por qué no abordar cada clase de lenguaje Musical como una instancia de composición grupal, o de armado de una obra de conjunto instrumental?
(Video demostrativo)
Una experiencia integradora
Quiero compartir una experiencia, realizada ya
hace varios años con alumnos de Iniciación Musical de un Polivalente de Arte.
Estos alumnos luego de un ciclo de Iniciación de uno o dos años, cursaban sus
estudios de música (en contraturno) paralelamente con su escuela secundaria, al
finalizar su secundaria obtenían también
el título de maestros en la especialidad música (en este caso).Hago este breve
relato, por el cierre de esta experiencia.
Tuve la oportunidad de dar clase de Iniciación
Musical, a este grupo el año que
comenzaban su cursada. En un momento del año, compuse una obra para presentar
en un concurso de Composición Pedagógica y como debía presentar una grabación:
decidí realizarla con este grupo que cumplía con los requisitos pedidos
( tener menos de 14 años, no tener lectura
musical, etc.)
La realización de la obra terminó siendo el
proyecto de cátedra a lo largo de dos meses, dos meses durante los cuales los
alumnos lograron realizar coordinaciones rítmicas complejas, desarrollos
vocales ricos, audición crítica sobre sus realizaciones, y participar de
algunas instancias compositivas). Finalmente, tuvimos la fortuna de obtener una
mención por la misma y de presentarla en el salón Dorado del Teatro Colón.
(Grabación de la obra).
Seis años después,
volví a tener a ese grupo, ya en su último año de cursada, en ese entonces,
realizaron conmigo sus prácticas pedagógicas,
fue un cierre interesante, porque en ese momento volvieron a
reencontrarse con la obra, ya con una mirada de futuros docentes y compartimos
cuestiones relativas a la enseñanza de la misma
Proyectándonos de adentro hacia fuera: Comencé analizando una
“macro estrucutura” y fui acotando hasta llegar
a la realidad áulica, me parece que desde este lugar, es imperioso que
replanteemos un abordaje integrador y contextualizado.
El alumno que desde
sus primeros pasos dentro del conservatorio o de sus primeros pasos en su
formación musical, realiza el ejercicio de integrar y de reflexionar sobre su
propia práctica, adquiere una “gimnasia” que luego quedará incorporada durante
toda su formación y su posterior desempeño profesional. Primero, reflexionará
sobre las cosas concretas y bien tangibles: ¿qué aprendí?, ¿de qué se trata
esto?, ¿en donde está mi dificultad?, ¿Cómo hago para solucionar mis
limitaciones? …. este ejercicio sostenido favorecerá una paulatina apropiación
crítica de los aprendizajes……posteriormente….este “entrenamiento crítico” le
permitirá, evaluar problemas que no
tengan , que ver solamente con aspectos
técnico- musicales sino también como
los relativos a la contextualización
de la actividad docente y artística del egresado. Posiblemente entonces
logremos formar músicos docentes más reflexivos sobre sus propias prácticas,
más libres, más creativos y con mayor conciencia sobre su capacidad para
transformar la realidad.
Bibliografía consultada:
Castoriadis, C. (1990)El
mundo fragmentado.
Buenos Aires: Editorial Altamira
Freire, P. (1972) Pedagogía del oprimido.
Buenos Aires: Siglo XXI Argentina Editores S.A
Hemsy de Gainza,V. ( 2002). Pedagogía Musical .Dos décadas de pensamiento y acción educativa.
México: Grupo Editorial Lumen
Provincia de Buenos Aires: Diseño
Curricular para EPB y ESB. Noviembre de 2008
abc.gov.ar
Provincia de Buenos Aires: (1995) Módulo 0.
¡Imposible no estar de acuerdo Analía! Va un abrazo, Carlos.
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